Hace algunos años mi amigos José Manuel Lladó estaba como Secretario de la COESPO de Campeche. Ahí llevan registro de la población del estado y su actividad. Siendo un hombre sensible e inteligente, le afectó encontrarse con el numero tan elevado de jóvenes suicidas, los que consumian drogas, la violencia en el noviazgo, deserción escolar y embarazos tempranos, que ahora parecen tan frecuentemente, pero en 2010, eran menos conocidos. Me invitó a proponer un proyecto de visita a los 11 municipios de ese estado. Al principio me negué. Los jóvenes con sus caras largas y aretes en las cejas me incomodaban, me ponían nerviosa. José Manuel insistió aduciendo que eran nuestros cachorros, Los de nuestra especie. Después de toda una vida dedicada a producir y presentar mi espectáculo para niños y toda la familia, la información me sacudió y decidí salir de mi zona de confort para enfrentar a las multitudes rugientes. ¿La verdad? Esto ha sido algo de lo mejor que me ha sucedido en la vida. Descubrí que detrás de las caras largas y las camisetas con calaveras hay mucho miedo y una gran desesperanza. Durante un par de años, con el apoyo del gobernador Fernando Ortega, recorrí casi 150 secundarias y bachilleratos en los 11 municipios de Campeche. En ciudades y ejidos, los medios llenan de humo y miedo los cerebros de estos jóvenes dejádoles como único satisfactor el consumo... ¿y con qué?
Aquí lo divertido era ver la cara de decepción al verme subir al escenario. ¡Mi abuela! Podía leer en sus miradas. Y luego, como poco a poco, rapeando y rockeando para ellos, hablando de cosas importantes como sexo, drogas, embarazos, sin juicios ni sentencias, mas que una sentencia¡Vales mucho! ¡Mereces respeto! y una pregunta: ¿te conviene? ¿Te conviene picarte, colgarte, embarazarte, subir tus ternuritas a circular por la web? Dentro de 20 años, por ahi andaran haciendote sentir muy mal.
De Campeche las invitaciónes se multiplicaron a otros estados. La foto es con 900 jóvenes en el Teatro de la Ciudad de la Ciudad de Delicias, Chihuahua cuando me llevó la diputada Elvira Gonzalez. En Guachochi, en la Sierra Tarahumara, Myra Díaz me llevó por segunda vez a la Universidad Tecnológica de la Sierra, pedí que fuera sólo con las mujeres, quería fortalecerlas. Pues nada, que se hizo una revuelta, los muchachos reclamaron que cual igualdad de género. Que ellos también querían disfrutar a Rana Margarita Robleda.
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